viernes, 5 de junio de 2009

La Cocaína


La cocaína es un poderoso estimulante que ofrece a los usuarios una sensación de euforia temporal, la agilidad mental, locuacidad, y una disminución de la necesidad para la alimentación y el sueño. Intoxicación por cocaína es la causa más frecuente de muerte relacionada con las drogas notificados por los examinadores médicos en los EE.UU., y estos eventos son la mayoría de los casos relacionados con la manifestaciones cardiovasculares de la droga. Una vez que desempeña un papel vital en la medicina como un anestésico local, han establecido que la cocaína tiene la capacidad de causar daños estructurales irreversibles al corazón, acelerar las enfermedades cardiovasculares, e iniciar la muerte cardiaca repentina. Aunque los resultados son a menudo patológicos, algunas imágenes están disponibles para apoyar estas conclusiones.





El consumo de sustancias tóxicas en adolescentes es tema prioritario en Salud Pública.
El Tratamiento para la cocaína relacionados con la enfermedad cardiovascular es, en muchos aspectos similares a los tratamientos tradicionales para las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo el uso de beta-antagonistas de los receptores y de clase I y III de lucha contra las arritmias, está totalmente desaconsejada si el paciente es probable que continúe el uso de cocaína, debido a los efectos adversos documentados. La comunidad médica está en necesidad urgente de un tratamiento farmacológico adjunto a la cocaína-tratamiento de la dependencia que pueden disuadir a las recaídas y reducir los riesgos asociados con la enfermedad cardiovascular en estos pacientes.

(1) Anestesia en el paciente usuario de cocaína Autores: Ana LuftI; Florentino Fernandes Mendes, TSAII Fuente: Anestesia en el paciente usuario de cocaína, 2007, vol.57, No 3




(2) Consumo de tabaco, alcohol, marihuana, cocaína y medicamentos no recetados Autores: Serfaty, Edith M; Kelmendi de Ustaran, J; Andrade, Jorge H; Boffi-Boggero, Héctor J; Masaútis, Alicia E; Foglia, V. Luis Fuente: Acta Psiquiatr Psicol Am Lat, 2000, 46(2): 175-81-46(2): 175-81

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